Las empresas de transporte alemanas temen una burocracia excesiva

Con la vista puesta en la próxima legislatura, la Asociación Federal de Transporte y Logística DSLV advierte que la capacidad de rendimiento empresarial se verá cada vez más restringida por la sobrerregulación y la burocracia. Las leyes para mejorar la protección del clima, la participación de los trabajadores, la protección de datos y el respeto a los derechos humanos abordan, desde la perspectiva del DSLV, temas fundamentalmente correctos, pero la política impone a la economía cargas administrativas cada vez mayores.

(Berlín) En un LogistikTalk en el marco de la asamblea de miembros del DSLV el 10 de junio de 2021, el presidente del DSLV, Axel Plaß, hizo un llamado ante los miembros del Bundestag de la CDU, SPD, Alianza 90/Los Verdes y FDP: «La alta responsabilidad empresarial incluye, sin duda, una componente social y comunitaria además de la económica. La acción y la responsabilidad están en una sola mano. Sin embargo, este importante principio fundamental de la economía social de mercado está cada vez más en desproporción. Los propietarios de las empresas, que son responsables del rumbo de la empresa, deben seguir manteniendo las riendas en sus manos.»

Avance de Alemania

Precisamente en la fase alta de experiencias fundamentalmente positivas entre empleadores y empleados y la alta aceptación resultante en las empresas, el gobierno federal quiere promulgar además una ley para hacer cumplir un derecho de los empleados a trabajar desde casa, invirtiendo así la carga de la prueba en detrimento del empleador. En lugar de avanzar conjuntamente con la economía hacia una solución a nivel de la UE para fortalecer los derechos humanos, las regulaciones de protección laboral y la protección del medio ambiente en las cadenas de suministro globales y las relaciones de servicios, Alemania ahora se adelanta con una ley nacional de deber de diligencia en la cadena de suministro. A partir del 1 de enero de 2023, las grandes empresas de logística alemanas deberán establecer un sistema global de análisis de riesgos y monitoreo que incluya a sus proveedores de transporte, a menudo sin datos suficientes y en competencia con empresas de logística de otros países que no están afectadas por esto.

Legislador contradictorio

Plaß: «El legislador se comporta de manera contradictoria. Por un lado, basa sus actividades cada vez más en la sospecha general y la falta de confianza en la responsabilidad propia de la economía; por otro lado, delega cada vez más las tareas de supervisión estatal, especialmente para el cumplimiento de los estándares sociales, a las empresas. En lugar de endurecer las intensidades de control de las autoridades y castigar de manera consistente a las ‘ovejas negras’, se promulgan leyes cada vez nuevas. Las empresas no solo se preocupan por los costos, a menudo sufren bajo una carga administrativa excesiva.» También queda por ver cómo el gobierno federal de la próxima legislatura hará cumplir los objetivos climáticos políticamente decididos. Plaß: «Las consideraciones para una economía planificada en términos climáticos y para el dirigismo de desplazamiento son inapropiadas. En cambio, la industria de la logística apuesta por incentivos, especialmente por la continuación de los programas de apoyo ya iniciados.» Y para concluir: «La política debe orientarse a lo que es factible en todas las cuestiones sociales; entonces también recibirá el pleno apoyo de la industria de transporte.»
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